Medio litro de leche
30 gramos de mantequilla
30 gramos de harina de trigo
Nuez Moscada
Sal
Preparación
Tamizar la harina con colador (de esta forma conseguiremos mejores resultados)
Pon en un cazo a calentar la leche.
En otro cazo derrite la mantequilla a fuego lento.
Cuando esté derretida añade la harina y deja que se cueza. Si la dejas poco tiempo la bechamel sabrá a harina cruda, por eso es importante dejar que la harina coja algo de color, aunque sin llegar a dorarla ni quemarla.
Ahora remueve bien, con una espátula de madera o varilla, la harina con la mantequilla hasta que la mezcla se desprenda de las paredes.
Cuando la leche esté hirviendo viertela sobre la mezcla y aparta del fuego. No te preocupes porque al principio aparezcan grumos y la leche esté suelta. Ahora toca remover constantemente hasta que desaparezcan los grumos de la bechamel. Luego cocina a fuego medio-lento durante unos 15 minutos.
Solo queda echar una pizca de sal y rallar un poco de nuez moscada sobre la bechamel.
En otro cazo derrite la mantequilla a fuego lento.
Cuando esté derretida añade la harina y deja que se cueza. Si la dejas poco tiempo la bechamel sabrá a harina cruda, por eso es importante dejar que la harina coja algo de color, aunque sin llegar a dorarla ni quemarla.
Ahora remueve bien, con una espátula de madera o varilla, la harina con la mantequilla hasta que la mezcla se desprenda de las paredes.
Cuando la leche esté hirviendo viertela sobre la mezcla y aparta del fuego. No te preocupes porque al principio aparezcan grumos y la leche esté suelta. Ahora toca remover constantemente hasta que desaparezcan los grumos de la bechamel. Luego cocina a fuego medio-lento durante unos 15 minutos.
Solo queda echar una pizca de sal y rallar un poco de nuez moscada sobre la bechamel.